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5 estímulos externos que mejoran la inteligencia de los niños

Para todas esas personas que siguen mi blog, sabréis que no hace mucho publiqué un artículo donde hablaba del efecto Flynn y cómo nos estaba afectando intelectualmente.

En dicho artículo hablábamos de que, si los niños de la actualidad, son más listos que los de hace algunas décadas, no se debía a modificaciones evolutivas, pues estas demandaban muchas generaciones para hacerse evidentes, sino a cambios en las formas de vida y en el entorno en el cual se desarrolla nuestra civilización.

Por esto quiero presentaros 5 cambios en el entorno de los pequeños que ayudarán a su crecimiento intelectual.

Conviene subrayar que estos estímulos son completamente externos. Además, no se basan en teorías educativas o de aprendizaje, sino que son cambios que podemos realizar de una forma fácil y simple para así mejorar su aprendizaje coeficiente intelectual (CI).

Por otro lado, esta práctica es muy importante durante los primeros 5 años. Cómo ya sabréis, estas edades son crucialespara el desarrollo cognitivo de los niños, ya que el cerebro se desarrolla aceleradamente.

Sin mas dilación, empezamos

Tener buena alimentación mejora el desarrollo cerebral.

Empezamos con uno de los factores que según los científicos está teniendo más relevancia cuando hablamos de aumentar nuestro coeficiente intelectual.

Un estudio de investigadores de la Universidad de Bristol (Reino Unido) sobre hábitos alimenticios indica que la mala alimentación durante la infancia puede afectar al desarrollo cerebral en estas edades.

En concreto, estos investigadores analizaron las pautas de consumo de un total de 3.966 niños de entre tres y ocho años. Tras someterse a diferentes pruebas de coeficiente intelectual a lo largo del estudio, los investigadores detectaron que la dieta rica en frutas, legumbres y comida casera aumentaba en 5 puntos su CI a comparación de otros niños que tenían dietas más ricas en grasas y azucares.

Un dato importante es que el cerebro representa sólo el 2% de nuestro peso: sin embargo, necesita alrededor del 20% de la energía que ingerimos. Si nosotros “somos lo que comemos”, entonces nuestro cerebro también dependerá de lo que comamos.

Por otro lado seguimos con la alimentación y más específicamente para hablar del yodo en las mujeres embarazadas, ya que durante el embarazo y la lactancia necesitan cantidades mayores que en otras etapas de la vida ya que el yodo es esencial para el desarrollo cerebral del bebé.

El yodo, un gran aliado para un buen embarazo

Un buen uso de las nuevas tecnologías mejora el aprendizaje.

Cuando hablamos de que la tecnología nos puede ayudar a aumentar el CI tenemos que pensar en el aprendizaje como un proceso activo y no pasivo.

Con esto quiero decir, que el aprendizaje activo es un aprendizaje basado en la implicación, motivación, atención y trabajo constante del alumno. Dicho de otra forma, el estudiante NO es un pasivo que se limita a escuchar al profesor y a tomar apuntes.

Y traducido en un contexto tecnológico, es más fácil que el niño aprenda jugando a un videojuego lúdico, como por ejemplo, todos aquellos diseñados en formato puzzle, donde captará la atención del pequeño que deberá pensar como solucionar los diferentes problemas. Una vez haya solucionado el problema, habrá ramificado mucho mejor sus conexiones cerebrales que si hubiera estado horas y horas viendo contenido audiovisual.

Todo esto es debido a que nuestros cerebros evolucionaron para aprender haciendo las cosas, y no para oír acerca de ellas.

El aprendizaje debe ser activo como en los videojuegos

Practicar deporte estimula la actividad cerebral.

Realizar algún tipo de deporte, y mantener el cuerpo en constante movimiento, no solo mejorará la condición física y mantendrá un organismo más saludable sino que también ayudará a que todo aquel que lo practique, podrá pensar y entender mejor cualquier situación que aparezca.

La práctica de deportes, garantizará que tu forma de pensar y entendimiento sea mucho más elevada, gracias a que el cerebro se encontrará mucho más oxigenado.

A corto plazo, los ejercicios aeróbicos como correr, nadar, andar en bicicleta y caminar pueden hacerte temporalmente más inteligente. En efecto, cuando hacemos ejercicio, segregamos adrenalina en la sangre, una hormona que despierta tu cerebro. Dicha hormona hace que tus células nerviosas estén más propensas a encenderse, así que puedes prestar mejor atención y aprender más eficientemente.

Incluso, existen efectos a largo plazo del ejercicio aeróbico de forma más permanente y con mejores beneficios. Los ejercicios aeróbicos a largo plazo no te hacen ‘más inteligente’ pero mantienen tu cerebro intacto y funcionando en la mejor capacidad posible. Eso es debido a que cuando haces ejercicio, tu hipocampo -que es la parte de tu cerebro que juega una parte importante en el aprendizaje y la memoria- está altamente involucrada. Por tanto, esta activación repetida del hipocampo en el ejercicio resulta en el crecimiento de tus células en esa área del cerebro.

Este crecimiento y preservación del hipocampo no sólo impulsa la memoria sino que también puede ayudar a prevenir la pérdida de memoria e incluso el alzhéimer a medida que envejeces. Llevar una vida más sedentaria, por otro lado, puede causar que tu hipocampo se encoja. A medida que creces, pierdes cerca del 1% en promedio de volumen del hipocampo por año. No obstante hacer ejercicio puede ayudar a revertir esos resultados.

El deporte ayuda a tener mejor rendimiento académico.

Las palabras son la mejor inversión educativa.

Como ya dijimos en el articulo anterior de si los niños de ahora eran más listos. Las palabras son unos recursos increíbles para estimular la inteligencia de los más pequeños.

En el estudio que realizó la pediatra Dana Suskind, nos dice que la exposición a un lenguaje abundante durante los primeros tres años de vida no solo es crucial para la capacidad de pronunciar palabras largas, sino para nuestro desarrollo integral y el éxito en general.

Es por eso que la doctora Dana y yo, animamos a todos los padres a hablar empleando nuestro tono de voz normal, un vocabulario normal y unos gestos normales. Así mismo, te animo a dejar de hablar con un tono que se vuelve apitufado, a que tu vocabulario no se transforme, a no acortar las palabras y a que tus gestos no se vuelvan tremendamente exagerados.

Thirty Million Words: es una iniciativa para que hablemos más y mejor a nuestros hijos.

Un buen descanso ayuda a tu cerebro a funcionar mejor.

Mantener un buen descanso es una necesidad básica del organismo en cualquier edad. No obstante, es cierto que los niños necesitan más horas de sueño, ya que es la base de su desarrollo tanto a nivel físico como psicológico. De hecho, se ha demostrado científicamente la relación entre sueño y crecimiento. Cuando el niño o el adolescente duerme las horas adecuadas, pero sin despertarse por alguna pesadilla o un sonido fuerte, la hormona de crecimiento aumenta en su organismo.

¿Y cuantas horas de sueños necesitan los niños según su edad?

Si bien cada niño es un mundo y los patrones de sueño varían de un niño a otro, las horas de sueño al día que recomienda la Asociación Americana del Sueño, incluyendo las siestas son:

  • Niños de 4 a 12 meses: 12-16 horas
  • Niños de 1 a 2 años: 11-14 horas
  • 3 a 5 años: 10-13 horas
  • 6 a 12 años: 9-12 horas
  • 13 a 18 años: 8-10 horas

Un buen sueño mejorara la atención, el comportamiento, el aprendizaje, la memoria, la regulación emocional, la calidad de vida y la salud mental y física.

Escuchar música para desarrollar la memoria, la coordinación y mucho más

Escuchamos música desde la cuna o, incluso, en el período de gestación. Los bebés, en los primeros meses de vida, tienen la capacidad de responder a melodías antes que a una comunicación verbal de sus padres. Los sonidos musicales suaves los relajan. Se sabe, por ejemplo, que niños prematuros que no pueden dormir son beneficiados por los latidos de la madre o sonidos que los imitan.

La música es un elemento esencial en el desarrollo y aprendizaje de los más pequeños, ya que no solo ayuda a que se relajen, sino que también desarrolla la memoria y el sentido de coordinación.

Aquellos niños/as que crecen escuchando música, cantando canciones, y moviéndose al ritmo de la música gozan de un mejor sistema sensorial, creando más enlaces en las conexiones neuronales del cerebro. Y diversos estudios demuestran que aquellos que participan activamente en actividades relacionadas con la música son aquellos que hacen las mayores conexiones, porque la música provoca lo siguiente:

  • Un aumento en la capacidad de memoria, atención y concentración.
  • Mejora la habilidad para la resolución de problemas matemáticos y de razonamiento complejo.
  • Mejora la forma de expresión.
  • Estimula la creatividad y la imaginación infantil.
  • Enriquece el intelecto.
  • Desarrolla la interactuación.
  • Aumenta la autoestima.

Sin duda podemos llegar a la conclusión de que la música tiene un efecto profundo en el estado de ánimo, en la inteligencia, en la memoria y en el lenguaje.

En resumen, hemos podido ver que con pocos cambios en términos de alimentación, uso de las nuevas tecnologías, práctica  del deporte, uso de lenguaje y práctica de la música, podéis hacer que vuestro niño aumente su coeficiente intelectual. Espero que este artículo os haya gustado y os animo a dejarme en comentario vuestras opiniones y experiencias a este nivel, si habéis notado un cambio después de haber prestado atención a unos de estos 5 hábitos.

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